Hoy, día de San José, queremos platicarles el origen del nombre de la Huerta.
Los seres humanos tenemos necesidad de encontrar un nombre para lo que conocemos. Cuando un niño nace, lo primero que hacemos es nombrarlo y así comenzamos a darle identidad. El mito de la creación dice que cuando Dios creó a todos los animales del campo y las aves del cielo, los llevó ante el hombre para que les pusiera nombre. “Y el nombre de todo ser viviente había de ser el que el hombre le había dado”.[1]
Un nombre evoca tantas cosas… puede describir lo que una cosa es, pero también lo que quisiéramos que fuera. Puede describir cualidades o evocar imágenes antiguas, representar mitos, responder a tradiciones o simplemente tener una función estética (“un bello nombre”). El nombre nos habla de raíces y tradiciones, de significados, de geografía, historia, mitología…
La tradición mestiza mexicana nació nombrando lugares y casas a partir de la unión del nombre de un santo católico con un referente en lengua indígena, generalmente asociado al lugar en que se ubicaba. Las haciendas solían llamarse “San Fulano de Nosequetlán”. Así tenemos San Andrés Totoltepec, San Andrés Tuxtla, San Juan Chamula, San Juan Teotihuacán, San José Acamilpa, San José Acateno…
Nuestro sueño necesitaba un nombre…
La Huerta se ubica en la comunidad de Tenextepec[2], en el municipio de Atlixco, Puebla. Ya teníamos el nombre náhuatl que describe el entorno geográfico en el que nos encontramos. Ahora necesitábamos un santo a quien “consagrarla”. Más que una devoción religiosa, aunque sin excluirla, buscábamos una imagen que pudiera evocar algunos valores anclados en la tradición y nuestras raíces, y que pudieran servir de inspiración para la construcción de un sueño.
Asociado a los recuerdos de la infancia de quienes iniciamos este proyecto encontramos a San José. En las escrituras no se cita ni una sola palabra suya, y sin embargo prácticamente todos tenemos alguna idea sobre él. Que si fue el padre adoptivo de Jesús por decisión propia, que si Dios le habló en sueños, que si huyó a Egipto para salvar a su familia. San José es más un ideal imaginado que un personaje biográfico. Se dice que era carpintero, lo que significa que probablemente dominaba todos los oficios asociados a la construcción en aquella época. Pensamos que fue un hombre generoso, pues acogió a una mujer que esperaba un hijo ajeno, a quien dio nombre, sustento, educación y muy probablemente oficio. Mas de acción que de palabras, era un hombre que soñaba, y actuaba en consecuencia.
El nombre y su significado nos gustaba, y decidimos adoptarlo.
En Huerta San José respetamos todos los credos y cosmovisiones, aceptamos la interpretación que cada uno haga del mundo y de la vida y estamos abiertos a conocer diversos caminos que nos conduzcan a vivir en armonía con nosotros mismos y nuestro entorno. Hoy el nombre de San José es más que nada un símbolo: Huerta San José es un hogar seguro para todos, es un sitio donde se acoge con las acciones, se construye con amor y se promueve el crecimiento sano de la comunidad que la conforma.
[1] Génesis 2,19 [2] El nombre de Tenextepec viene de las raíces nahuas tenex o tenxtli, que significa tierra caliza, y tepetl (frecuentemente pronunciado como tepec), que quiere decir cerro. Así, Tenextepecpuede traducirse como “En el cerro de las piedras calizas”. Ver: Andrade, Hernández y Valencia: “Altepetokayotl”, 2013. Disponible en http://www.aveli.gob.mx/files/2013/08/ALTEPETOKAYOTL.pdf