Aún no es momento de sembrar hortaliza, pero sí de tener listo el espacio. En el suelo raso se recomienda simplemente “voltear la tierra”, es decir, invertir el orden de las capas, enviando hacia abajo, digamos a unos 30 cm de profundidad, la capa superior que tiene material vegetal (pasto, hierbas, restos de las cosechas anteriores…) y cubrirlo con la tierra que había debajo de ella. Esto permitirá que el material vegetal anterior enriquezca la tierra al descomponerse. Al hacer esto hay que cuidar de no enterrar enemigos: plantas enfermas, hierbas invasoras, semillas indeseadas.
En el caso de nuestros huacales y camas de cultivo, aprovechamos este compás de espera para limpiar los contenedores y preparar una tierra nueva para ellos.
En las áreas naturales de pastos y hierbas anuales, es importante prevenir los
incendios comunes de los meses de invierno, retirando la vegetación seca por medio de la poda, pero sin eliminarla del área. Nosotros podamos estas áreas a unos 20 o 40 centímetros del suelo y agregamos el material que retiramos a la composta, pues aporta magníficos nutrientes.
Si estás cultivando tu hortaliza en casa, es probable que en este momento tengas poca producción, por lo que puedes aprovechar para renovar la tierra de tus contenedores. No olvides lavarlos bien antes de agregar la nueva tierra, para asegurarte de que no quedan hongos y bacterias que puedan contagiar a tus nuevos cultivos. Asegúrate de emplear la mezcla correcta de tierra de acuerdo a lo que pienses sembrar cuando llegue el momento.