Gracias por caminar con nosotros un año más. El 2020 nos regaló hermosos amaneceres, pero también terribles tormentas. Gracias por compartir la vida, el miedo, la incertidumbre, la distancia, el olor a alcohol destilado del gel antibacterial, los abrazos virtuales y el cubrebocas que agota. Gracias por estar cerca de corazón.
Gracias por acompañarnos en nuestro día a día, cuando los conejos se comieron nuestro el frijol, las abejas llegaron a nuestro espacio, los pistaches maduraron, la miel obtuvo su cosecha, la primavera, el verano, el otoño, el invierno, el romero, los elotes, la flor de calabaza, las mermeladas.
Gracias por leernos cada semana. Gracias por recordarnos que el amor es capaz de atravesar pantallas, paredes, fronteras.
Gracias por tus palabras que nos mantienen de pie, motivados y con esperanza. ¡Gracias por permitirnos ser parte de tu vida!
Hoy estamos aquí ¡todos! en las mismas y algún día —que esperamos sea pronto— vamos a estar mejor.
Sigamos caminando juntos, disfrutando el 2021, un pasito a la vez.
